Si ya estás buscando una vivienda en Madrid, te habrás dado cuenta de que el mercado inmobiliario está centrado solo y exclusivamente en el vendedor, o, mejor dicho, en el inmueble.
¿Y el comprador? Parece no existir. Las agencias inmobiliarias captan un piso y cobran, justamente, un porcentaje por haber realizado su trabajo, venden al mejor precio posible para el vendedor.
Comprar una casa por tu cuenta, sin contar con la ayuda de un asesor inmobiliario, es como presentarse a un juicio para un divorcio sin nuestro abogado, creyendo que el abogado de la otra parte se ocupará también nuestros intereses.
Negociación del precio
El hecho de contar con un personal shopper inmobiliario que representa tus intereses te dará una gran ventaja en la negociación del precio, porque podré acceder a la verdadera razón de venta del inmueble que, en la mayoría de los casos, es clave para la aceptación de una oferta conveniente.
En ambos lados habrá dos profesionales que defenderán su posición y podremos negociar todos los detalles para llegar a realizar un buen negocio satisfactorio para ambas partes, sin trampa ni cartón.
Negociación del tiempo
Casi siempre se habla solo de precio a pagar y se olvida un factor muy importante, el tiempo. Si has buscado con antelación la mejor hipoteca podremos negociar una operación relativamente rápida (que equivale casi siempre a un mejor precio) pero si no es así y necesitas más tiempo para poder analizar un abanico de ofertas por parte de los bancos es imprescindible negociar un periodo de tiempo, firmando un documento de reserva antes de las Arras que te comprometen a perder la cantidad entregada si no consigues la financiación.
Negociación de otros temas económicos y administrativos
En esta etapa deben definirse otros aspectos que parecen secundarios, pero no lo son:
• Quién paga las derramas (existen derramas para obras ya realizadas y para obras a realizar),
• Si se entrega el inmueble vacío no solo evidentemente de personas si no de cosas (hay que definir cuáles son),
• Que no se den de baja los suministros (luz, agua y gas) porque volver a contratarlos puede significar perder días preciosos,
• Coordinar una última visita, que hago para todos mis clientes, horas antes de la firma en notaría y no encontrarse sorpresas una vez firmado el contrato de compraventa.