Nuestra vida, desde siempre, ha estado condicionada por el tiempo como factor esencial para organizar nuestras ocupaciones y nuestras relaciones sociales, pero casi siempre tenemos carencia de él, Tempus fuggit dijo Virgilio hace aproximadamente dos mil años para constatar que el tiempo es inexorable. Ahora, con la frenesí de la época digital, somos un poco menos filosóficos, así que el tiempo se nos echa encima, es dinero, o, simplemente, no lo tenemos.

El binomio tiempo – sector inmobiliario abarca diferentes aspectos: depende del tipo de comprador, del vendedor, de la inversión que buscamos, del ciclo económico en que estamos…. Una vez más el mercado inmobiliario parece centrarse en un único protagonista, el vendedor. Los portales de búsqueda de inmuebles publican estimaciones del tiempo necesario para la venta de una vivienda y su variación por trimestres, pero casi nada sobre el comprador. Esto, en parte, se explica porque el tiempo que se necesita para comprar un inmueble depende de dos factores difíciles de medir: las necesidades reales del comprador y las contingencias del mercado (precios relacionados con el poder adquisitivo, acceso a la hipoteca, oferta del mercado).

 

Pero ¿Cómo influye en nuestra decisión final el tiempo en la búsqueda de una vivienda en Madrid? Es decir, cuando por fin hagamos una oferta ¿tomaremos nuestra decisión con el mismo entusiasmo con el que hemos empezado o simplemente decidiremos poner punto final a un recorrido que ya nos ha agotado mentalmente? 

 

Personal shopper inmobiliario para ahorrar tiempo

Generalmente el cliente particular necesita un tiempo de tanteo, su desconocimiento del sector inmobiliario le hace chocar con el duro contraste entre lo que está buscando o, mejor, que soñaba, y la realidad del mercado. Este periodo de indecisión, de duración desigual que puede ir desde los tres meses hasta el año (fuente pisos.com). Por ello, en general, el comprador suele salir desgastado emocionalmente después de tantos meses de búsqueda y del elevado número de operadores del sector, así que no es raro asistir a un periodo de pausa o momentáneo abandono de la búsqueda.

Pero antes o después las necesidades apremian porque no se quiere seguir pagando un alquiler, la familia se alarga o porque se tiene que dejar la actual vivienda. Así que, al retomar la búsqueda, probablemente quedaran atrás los buenos propósitos de una prospección cuidadosa de la zona, del vecindario, del edificio; aparecerá la prisa y comprará la vivienda que le enseñarán o que será capaz de encontrar en los portales especializados, no la vivienda que mejor se ajusta a sus necesidades presente en el mercado.

Periodos de tiempo inmobiliarios

Existe además otro concepto de tiempo que va más allá del tiempo medido, la necesidad de estar en el momento ideal para la compra, por ejemplo, en los ciclos alcistas, como el que estamos viviendo, es necesario acortar el tiempo de búsqueda para no sufrir el aumento de los precios (Madrid acaba de cerrar el séptimo año consecutivo de incremento de los precios). En práctica, hay que estar listos para cerrar la operación en el momento ideal, hablo de oportunidades que existen en el mercado y hay que saber encontrarlas y aprovecharse de ellas. Estas se suelen dar, no por casualidad o por suerte, sino como resultado de una intensa labor de búsqueda y de contactos directos con quien gestiona la oferta inmobiliaria, privado, agencia o inversor. En definitiva, hay que estar en el lugar y en el momento (tiempo) oportuno.

Eso lo saben muy bien los inversores, como animales al acecho, pero siempre con los sentidos activos. Pasan largas temporadas de aparente inactividad, pero su reacción, una vez encontrado el activo que buscan, es inmediata.

Entre estas dos figuras, el particular y el inversor, el profesional que busca un local para una actividad reúne características comunes a los dos: puede ir tanteando para ajustar su plan de inversión, pero debe de tener la capacidad de reconocer la oportunidad cuando se le presente. Oportunidad que puede ser debida a muchos factores: ubicación, precio y, una vez más, tiempo, tiempo de carencia para poder acondicionar el local a su expectativa, tiempo necesario para obtener la licencia de obras, tiempo estacional de su actividad y calendario solar (nadie, generalmente, quiere abrir su actividad en los meses de verano).

 Tiempo de búsqueda de un inmueble en Madrid

Volvamos a la búsqueda. En una ciudad del tamaño de Madrid, la visita de una vivienda o un local puede, tranquilamente, suponer un desplazamiento de una una hora de ida y vuelta, más un periodo de al, menos, 20 minutos (mucho más si queremos realizar una prospección de la zona). Así que cada visita puede suponer una hora y media de nuestro, limitado, tiempo. Además, el 90% de este tiempo, será tiempo perdido porque el inmueble no cumplirá con nuestras expectativas. Sin considerar que, en el caso de que encajara, deberemos volver con un profesional, o más de uno, para poder tener una idea indicativa del precio de la reforma o si esta es efectivamente realizable. Encontrar todo este tiempo en medio de la vida laboral y familiar no es fácil y la búsqueda se hace cuesta arriba.

 

Por eso, una de las prerrogativas del personal shopper inmobiliario al buscar un inmueble para ti, es la de hacerte ahorrar tu tiempo en la búsqueda de una vivienda . Nosotros visitamos por ti la vivienda, el local, el edificio, el entorno, y, además, recopilaremos la información técnica y administrativa de tu nueva vivienda. Realizaremos un informe y acortamos tu búsqueda de un año a tres meses. No nos quedaremos en la superficie, estaremos en el momento y sitio oportuno, porque encontraremos la mejor vivienda del mercado para ti. Hacerte ahorrar tiempo es nuestro trabajo.